El CEO de Ford apuesta por una nueva era de vehículos «icónicos» en lugar de coches «aburridos». Jim Farley tiene claro que la clave para sobrevivir en la industria automotriz es dejar atrás los modelos convencionales y adentrarse en una gama de vehículos que despierten pasión y emoción. El Mustang Mach-e marcó el inicio de esta transformación, seguido por futuros lanzamientos como el Ford Capri eléctrico y el Ford Explorer eléctrico. Ford ha decidido dejar de invertir en vehículos considerados obsoletos y enfocarse en recuperar la esencia que hizo famosa a la marca, ofreciendo a los conductores una experiencia más emocionante.
La estrategia de Ford contempla una transición hacia una gama completamente electrificada para 2035, con el objetivo de lograr la neutralidad de carbono en todas sus operaciones para 2050. Además, la marca mantendrá modelos «icónicos» como el Ford Bronco, el Ford Raptor y el Ford Mustang, con la ambición de competir al nivel de marcas de lujo como Porsche. Farley reconoce que los vehículos más apasionados de la gama pasarán a ser el negocio principal de la compañía, una apuesta arriesgada pero ambiciosa que busca devolver a Ford parte de la esencia y pasión perdida con el tiempo.
