El Reino Unido cierra oficialmente su última central eléctrica de carbón.
El Reino Unido ha marcado un momento histórico en su transición energética al cerrar la central eléctrica de carbón Ratcliffe-on-Soar en Nottinghamshire, su última central eléctrica de carbón restante. Esta medida representa un paso significativo hacia la reducción de emisiones de carbono y la apuesta por fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Con este cierre, el país demuestra su compromiso con la lucha contra el cambio climático y su transición hacia un futuro más verde y renovable. La clausura de la planta de carbón es un hito que refleja la evolución de las políticas energéticas del Reino Unido, que buscan reducir la dependencia de combustibles fósiles y promover la generación de energía limpia.
Esta decisión ha sido recibida con aplausos por parte de grupos ambientalistas y defensores de la sostenibilidad, que ven en el cierre de la central eléctrica de carbón un paso importante hacia un sistema energético más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.