Europa considera establecer un ‘precio mínimo’ como alternativa a los aranceles a los coches chinos, pero aún debe ser aprobado mediante votación

La tensión entre la Unión Europea y China continúa en aumento debido a los nuevos aranceles impuestos a los coches eléctricos chinos en Europa. La imposición de estos aranceles ha generado un clima de incertidumbre y amenaza de guerra comercial por parte del gigante asiático. Todo comenzó a finales del año pasado, cuando Europa inició investigaciones por posibles prácticas desleales en la competencia por parte de China, lo que derivó en la imposición de aranceles adicionales a los vehículos chinos.

La decisión sobre la continuidad, modificación o eliminación de estos aranceles está en manos de los representantes de los países europeos, quienes se encuentran bajo la presión de China para que voten en contra de estas medidas. De no llegar a un entendimiento, se teme que se desate una guerra comercial que afectaría a diversas industrias, especialmente a países como España y Alemania, con importantes intereses comerciales en China.

Se espera que la votación clave se lleve a cabo el viernes 4 de octubre. Aunque es poco probable que se eliminen los aranceles por completo, se barajan posibilidades de modificar la tasa, estableciendo un máximo del 35% adicional al 10% ya existente. Otra alternativa que se ha planteado es la fijación de un precio mínimo por parte de China para la venta de sus vehículos eléctricos en Europa, con el objetivo de lograr un mercado más equitativo para todas las partes involucradas.

En medio de esta tensa situación, queda por verse cómo se desarrollarán las negociaciones y si finalmente se evitará una guerra comercial que podría tener repercusiones significativas en la economía de ambos bloques. La incertidumbre se mantiene mientras se acerca la fecha límite para la toma de decisiones.