Según los expertos en tecnología y economía, el precio de los coches eléctricos está destinado a desplomarse en los próximos años, lo que supondría una equiparación con los vehículos de combustión interna en términos de coste. Este pronóstico se basa en la tendencia a la baja en el precio de las baterías, que actualmente representan entre el 30 % y el 35 % del valor total de un vehículo eléctrico. A pesar de que las baterías han sido tradicionalmente el componente más caro de estos automóviles, los avances en su desarrollo, ensamblaje y fabricación, así como la disminución en el costo de materias primas como el litio, níquel y cobalto, están contribuyendo a reducir significativamente su precio.
Goldman Sachs estima que el costo por kilovatio hora (kWh) de las baterías ha disminuido en un 23 % en el último año y se espera que continúe bajando, llegando a situarse en un promedio de 82,90 euros por kWh para finales de 2025. Esta tendencia no solo se observa en Occidente, sino también en países como India, donde se espera una drástica reducción en el costo de las baterías debido al aumento previsto en la demanda de las mismas.
Además del abaratamiento de las baterías, se espera que factores como la introducción de nuevas tecnologías, materiales innovadores, técnicas de ensamblaje más eficientes y la producción a gran escala contribuyan a la disminución del precio de los vehículos eléctricos en los próximos años. Esta reducción en los costos podría hacer que los coches eléctricos sean más accesibles para un número mayor de consumidores, lo que impulsaría su adopción en el mercado automotriz.
