Los precios de los coches eléctricos podrían experimentar una caída significativa en los próximos años, según las previsiones de expertos en tecnología y economía. Uno de los principales motivos de este posible desplome sería la reducción en el costo de las baterías, que actualmente representan entre el 30 % y el 35 % del precio total de un vehículo eléctrico.
A pesar de que las baterías han experimentado una disminución en sus costos en las últimas décadas, gracias a avances en su desarrollo y a la producción en escala, todavía siguen siendo uno de los componentes más caros de un coche eléctrico. Sin embargo, se espera que esta tendencia a la baja continúe, especialmente debido a la disminución en los precios de los materiales clave para su fabricación, como el litio, níquel y cobalto.
Consultoras como Goldman Sachs pronostican que el precio del kWh de energía almacenada en las baterías seguirá descendiendo en los próximos años, lo que se traducirá en una reducción significativa en el costo de los vehículos eléctricos. Se espera que para 2030, el precio del kWh se sitúe en torno a los 104,8 euros, lo que supondría una disminución del 23 % respecto al año anterior.
Esta tendencia a la baja en los precios de las baterías se observa no solo en Occidente, sino también en países con potencial industrial como la India, donde se prevé una reducción considerable en el costo del kWh almacenado en las baterías. Este abaratamiento en la fabricación de las baterías, sumado a la implementación de nuevas tecnologías y materiales, así como a la producción a gran escala, podría contribuir a equiparar los precios de los coches eléctricos con los de los vehículos térmicos en un futuro cercano.