En un innovador proyecto de sostenibilidad, Nissan está dando una segunda vida a las baterías de sus vehículos eléctricos, específicamente del Nissan Leaf. Se espera que alrededor de 50-60 paquetes de baterías usadas de estos vehículos contribuyan a reducir las emisiones de dióxido de carbono en hasta 3.7 toneladas al año.
Estas baterías serán utilizadas para alimentar la sede de la compañía en Estados Unidos, ubicada en Franklin, Tennessee. Con esta iniciativa, Nissan no solo busca dar un uso prolongado a sus baterías, sino también reducir su impacto ambiental y promover prácticas sostenibles en la industria automotriz.
Este proyecto demuestra el compromiso de Nissan con la innovación y el cuidado del medio ambiente, estableciendo un ejemplo a seguir para otras empresas del sector. La reutilización de las baterías de los vehículos eléctricos no solo contribuye a la reducción de residuos electrónicos, sino que también impulsa la transición hacia una economía circular y sostenible.