En un futuro cercano, la transición hacia la movilidad eléctrica se presenta como una alternativa cada vez más atractiva y rentable para los conductores. Según expertos del sector, en un plazo de 5 años, el costo de reemplazar la batería de un coche eléctrico se situará entre los 3.200 y 4.800 euros, una cifra considerablemente inferior a lo que implicaría reparar un motor de combustión tradicional.
Esta reducción en los costos de sustitución de baterías se ve impulsada por diversos factores, como la economía de escala derivada de la creciente demanda de vehículos