La movilidad eléctrica se posiciona como una herramienta clave en la aceleración de la transición hacia fuentes de energía renovable. Al apostar por la electrificación de los vehículos, se abre la puerta a un futuro más sostenible y menos dependiente de recursos energéticos externos. Esta apuesta no solo implica beneficios para el medio ambiente, sino también para la economía nacional, fortaleciendo sectores clave y generando nuevas oportunidades de empleo en la industria de vehículos eléctricos y sus infraestructuras de carga. Con la implementación de políticas y medidas que incentiven la movilidad eléctrica, se puede avanzar