El CEO de Stellantis apuesta por la estrategia de «ser chinos nosotros mismos» en un mercado automotriz cada vez más competitivo. Carlos Tavares ha liderado a la compañía hacia la electrificación de su gama de productos, con una significativa presencia de vehículos 100% eléctricos. Sin embargo, el desafío de los coches eléctricos chinos ha supuesto un obstáculo, obligando a Stellantis a replantear su enfoque.
A pesar de las dificultades, Tavares inicialmente respaldó los aranceles como medida protectora ante la competencia china, pero ha cambiado de opinión al considerarlos anticompetitivos y perjudiciales para el libre mercado. En un giro estratégico, el CEO ha abogado por acercarse a los productores chinos y adoptar su mentalidad de bajo coste como clave para mantenerse competitivos.
La adquisición del 21% de Leapmotor por parte de Stellantis ha sido un movimiento estratégico para acceder a tecnología y capacidad productiva, permitiéndoles fabricar vehículos eléctricos fuera de China y expandirse en mercados como Europa y América del Norte. Esta apuesta por la producción en Polonia y futuras instalaciones en América del Norte demuestra la voluntad de la compañía de adaptarse a las demandas del mercado global.
A diferencia de otras empresas como Ford, que apuestan por el desarrollo interno de tecnología, Stellantis ha optado por asociarse con empresas chinas para aprovechar su experiencia y eficiencia en la fabricación de vehículos eléctricos. Esta estrategia, en sintonía con la legislación anticontaminación que se avecina, posiciona a Stellantis como una de las firmas pioneras en la carrera hacia la electrificación y la sostenibilidad en el sector automotriz.