En la industria automotriz europea se ha encendido una alerta debido a la creciente preferencia de los consumidores por las marcas chinas. Según una encuesta realizada por el Observatorio Cetelem, el 30% de los españoles estaría dispuesto a adquirir un coche fabricado en China. Entre las marcas chinas más conocidas en España destacan MG y BYD.
Esta tendencia plantea un desafío para las marcas europeas, que ahora deben competir con la creciente oferta de vehículos chinos en el mercado. La pregunta que surge es si los coches chinos, especialmente los eléctricos, son
