La Unión Europea ha dado un giro en sus políticas ambientales al flexibilizar los plazos para que los fabricantes de automóviles cumplan con los estrictos límites de emisiones de CO2. Esta decisión ha generado controversia, con T&E, la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente, criticando duramente la medida. Según T&E, esta modificación podría crear una incertidumbre perjudicial para la transición hacia una movilidad más limpia y podría ralentizar el progreso hacia la meta de contar con coches sin emisiones para el año 2035.
La propuesta de la presidenta de