En la lucha por cumplir con las estrictas normativas de emisiones de la Unión Europea, varios gigantes automotrices se encuentran en apuros. Stellantis, Toyota, Mazda y Ford se han visto en la necesidad de recurrir a medidas extremas para evitar sanciones millonarias por exceso de emisiones de CO2. Ante la imposibilidad de alcanzar los límites establecidos por la UE para 2025, estas empresas han optado por una solución poco convencional: comprar ‘créditos anticontaminación’ a Tesla y Polestar.
La idea detrás de esta estrategia es unir las emisiones